Echad un vistazo al siguiente enlace. Es LA METAMORFOSIS EN COMIC. ¡OS GUSTARÁ!
El grupo de teatro catalán "La Fura dels Baus" representó en 2006 la obra, una versión libre del libro que hemos leído. Su director decía lo siguiente: "No hemos jugado con la idea de animalidad, sino con la de aislamiento", por lo que en el espectáculo no aparece, como en el relato del filósofo, un Gregor Samsa convertido en insecto, sino un joven que "se ve incapaz de cumplir sus propias expectativas y las de su entorno, y por ello se aisla y se encierra". Ollé confiesa que "nos cautivó" el fenómeno japonés que afecta a un 10% de los jóvenes de ese país, que se encierran en su habitación y cortan cualquier relación con el exterior, reflejo de "una sociedad en la que es difícil exteriorizar los sentimientos".
Analizaremos el siguiente fragmento sobre la muerte de Gregorio Samsa, con la conclusión final aprendida de que hay que saber manejar los conflictos buscando siempre una solución porque si no nos quedamos en la monotonía y en la depresión y nos lleva a una muerte psicológica que es peor que una muerte física
COMENTARIO DE TEXTO
(…)
El cuerpo de Gregorio aparecía efectivamente completamente plano y seco. De esto,
sólo se enteraban ahora, porque ya no lo sostenían sus patitas, y nada apartaba de él la mirada.
—Grete,
vente un ratito con
nosotros— dijo la señora Samsa sonriendo
melancólicamente. Y Grete, sin dejar de mirar hacia el cadáver, siguió a sus padres a la alcoba. La asistenta
cerró la puerta, y abrió la ventana de
par en par. Era todavía muy temprano,
pero el aire tenía ya, en su frescor, cierta tibieza. Se estaba justo a fines de marzo.
Los
tres huéspedes salieron de su habitación y buscaron con la vista su desayuno. Los habían olvidado.
—
¿Y el desayuno?— le preguntó a la asistenta con mal humor el señor, que parecía llevar la voz cantante.
Pero
la asistenta, poniéndose el índice ante la boca, invitó silenciosamente a los señores, con señas
enérgicas, a entrar en la habitación de
Gregorio.
Entraron,
pues, y allí estuvieron en el
cuarto inundado de claridad, en
torno al cadáver de Gregorio, con expresión desdeñosa y las manos hundidas en los bolsillos de sus algo raídos
chaqués.
Entonces,
se abrió la puerta de la alcoba, y apareció el señor Samsa, enfundado en su
librea, llevando de un brazo a su mujer y del otro a su hija. Todos tenían trazas de haber llorado
algo, y Grete ocultaba de vez en cuando
el rostro contra el brazo de su padre.
—Abandonen ustedes inmediatamente
mi casa— dijo el señor Samsa, señalando la puerta, pero sin soltar a las
mujeres.
—
¿Qué pretende usted dar a entender con esto?— le preguntó el que llevaba la voz cantante, algo desconcertado, y
sonriendo con timidez.
Los
otros dos tenían las manos cruzadas a la espalda, y se las frotaban sin cesar
una con otra, como si esperasen gozosos una pelea, cuyo resultado había de serles favorables.
-
Pretendo decir exactamente lo que he dicho —contestó el señor Samsa, avanzando con sus dos acompañantes en
una sola línea hacia el huésped.
Éste
permaneció un punto callado y tranquilo, con la mirada fija en el suelo, como si estuviera ordenando sus
pensamientos (...)
UN CORTO SOBRE LA METAMORFOSIS